
Existen mundialmente muchos empresarios que devienen en políticos, dueños de corporaciones que deciden intervenir en el ámbito público, creando partidos, uniéndose a ellos, presentándose a elecciones. En Argentina verificamos el mismo proceso, podemos citar en este sentido al partido que gobierna la Ciudad de Buenos Aires, el Pro.
¿Qué idea contienen estos nuevos políticos?
El adjetivo “pro” tiene un creador y no es precisamente producto de la expresión del pueblo, sino un publicista, un hombre que vive de crear imágenes que vendan. Es así que entendemos la ideología, el contenido de este partido. Si su nombre es una marca, problamente su idea de gestión sea muy similar a la que podría tener una empresa.
De este modo los ciudadanos nos volvemos clientes, accionistas de la empresa, la premisa del presidente de la empresa, el jefe de la Ciudad, será gastar poco y pagar mucho a los jefes. Probablemente por esto no se invierte en Salud Pública, no se invierte en Educación Pública y los funcionarios del Pro reciben los mejores sueldos de la historia de la municipalidad.
Es así que hay un plan Pro para la salud, renovar el hall central de los hospitales, mientras tanto, los insumos necesarios para la atención sufren la peor crisis que se conoce.
Hay una Pro puesta cultural para la primavera de Bs As, luego de haber cerrado más de 500 talleres artísticos que se dictan en los centros culturales barriales.
Hay una idea Pro para la educación. Negar aumento. Negar reasignación de partidas de otras áreas. Aunque 80 supervisores de primaria, secundaria y terciaria y más de 300 directivos elaboren un crítico documento sobre la administración del ministro de educación Narodowski.
Tenemos que entender y diferenciar que una cosa es comandar una empresa y otra completamente distinta es trabajar para el pueblo, encargarse de los problemas de la gente. Que el empresariado intervenga en lo público, no es otra cosa que el avance de las políticas neoliberales tomando posiciones, reduciendo la intervención del Estado para que las empresas puedan accionar libremente.
Nuestro deber es enfrentar a estos políticos, ponerlos en evidencia, ganándoles los espacios, desmantelando sus iniciativas, sus verdaderas intenciones. Debemos fortalecernos, ser la mayoría, para construir una Argentina popular y para todos.
El adjetivo “pro” tiene un creador y no es precisamente producto de la expresión del pueblo, sino un publicista, un hombre que vive de crear imágenes que vendan. Es así que entendemos la ideología, el contenido de este partido. Si su nombre es una marca, problamente su idea de gestión sea muy similar a la que podría tener una empresa.
De este modo los ciudadanos nos volvemos clientes, accionistas de la empresa, la premisa del presidente de la empresa, el jefe de la Ciudad, será gastar poco y pagar mucho a los jefes. Probablemente por esto no se invierte en Salud Pública, no se invierte en Educación Pública y los funcionarios del Pro reciben los mejores sueldos de la historia de la municipalidad.
Es así que hay un plan Pro para la salud, renovar el hall central de los hospitales, mientras tanto, los insumos necesarios para la atención sufren la peor crisis que se conoce.
Hay una Pro puesta cultural para la primavera de Bs As, luego de haber cerrado más de 500 talleres artísticos que se dictan en los centros culturales barriales.
Hay una idea Pro para la educación. Negar aumento. Negar reasignación de partidas de otras áreas. Aunque 80 supervisores de primaria, secundaria y terciaria y más de 300 directivos elaboren un crítico documento sobre la administración del ministro de educación Narodowski.
Tenemos que entender y diferenciar que una cosa es comandar una empresa y otra completamente distinta es trabajar para el pueblo, encargarse de los problemas de la gente. Que el empresariado intervenga en lo público, no es otra cosa que el avance de las políticas neoliberales tomando posiciones, reduciendo la intervención del Estado para que las empresas puedan accionar libremente.
Nuestro deber es enfrentar a estos políticos, ponerlos en evidencia, ganándoles los espacios, desmantelando sus iniciativas, sus verdaderas intenciones. Debemos fortalecernos, ser la mayoría, para construir una Argentina popular y para todos.
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