No hace muchos años, aunque parezca más de un siglo, en nuestro país era completamente natural que los militares se levantaran en armas contra hechos o formas políticas. Simpre contaron con el apoyo de cierto sector de la sociedad como ser la iglesia y el empresariado.
Muchos intelectuales mencionan que esa derecha del pasado, es la misma que ha reaparecido en la actualidad detrás de las corporaciones transnacionales y muchas fundaciones solventadas por empresas. Siguen siendo los mismos porque manejan los mismos códigos de terrorismo de Estado, siguen amedrentando con sus viejas fórmulas haciendo desaparecer o instigando violentamente a aquellos que se oponen a sus ideas.
Otros prefieren diferenciar esa derecha y hablar en términos de "nueva" denotando la capacidad de adaptabilidad de esa ideología a los tiempos actuales, pues si se les pregunta, ellos condenarán el uso de la violencia.
En ambos casos, ya sea aquella que prefería manejarse a punta de armas, o la que lo hace a través de los lentes de los medios de comunicación, hablamos del mismo pensamiento, de la misma tendencia, de esa representación de la realidad en donde unos pocos quieren ser los que ostentan la riqueza, el gobierno, las decisiones y el poder.
En cualquiera de sus dos formas, cabe preguntarse qué es lo que estamos dispuestos a hacer los que defendemos la democracia, lo público y el bienestar general, para no permitir que esa derecha vuelva a dirigir nuestros designios, y nuestro país no vuelva a retroceder tiempo irrecuperable, como lo hizo Argentina durante los años 90.
FE
No hay comentarios:
Publicar un comentario